miércoles, 3 de octubre de 2007




Esto lo escribí hoy y quiero compartirlo con ustedes.

Un día como cualquiera miras hacia atrás para apreciar el camino que has recorrido en tu vida, dibujas una sonrisa por cada una de las cosas que han dado un momento de felicidad a tu alma, por el momento en que nació ese ángel que ilumina tu camino y cuando no podias más de alegria al escuchar de él o ella decirte por primera vez mamá o papá, recuerdas el día en que conociste a esa persona especial en tu vida que dejó una huella imborrable en tu corazón, cuando por primera vez amaste y sentiste que ese amor te era correspondido, cuando cumpliste una meta que parecia inalcanzable, cuando miraste a tus padres llorar por estar orgullosos de uno de tus triunfos, y recuerdas tantos momentos más de dicha.

Pero a la vez derramas una lágrima por cada momento en que te sentiste solo, derrotado, engañado, cuando perdiste a una persona importante en tu vida, cuando sentiste que tus sueños se frustraron, cuando dañaste a alguien que querias quizas sin querer hacerlo y eso te dañó a ti también, cuando viste a un amigo caer, cuando perdiste la fe y las ganas de seguir luchando...


Cuando miramos cada uno de los momentos que hemos vivido nos damos cuenta que cada uno de ellos nos ha servido para crecer y ser mejores personas. Cada una de las veces que caiste aprendiste a levantarte y cada una de las cosas que son importantes en tu vida y que amas aprendiste a cuidarlas. El punto no está en decir ¡por qué a mi! sino en preguntarnos ¿para qué?. Todo en la vida sucede por alguna razón que al comienzo no comprendemos pero después de mucho caminar lo logramos entender...


No hay comentarios: