viernes, 4 de enero de 2008



Que ironía la de la vida, decidimos renunciar a algo o a alguien muy especial e importante, muchas veces por cobardía otras por sentir que nos hace daño, otras por orgullo y otras pensando que será lo mejor. Que mala forma de rendirse, yo un día me dí por vencida, renuncié a la persona que más he amado en mi vida, por orgullo, por esperar más de lo que recibía o quizas fue por sentirme herida frente a un amor no correspondido, donde creí que el renunciar a él sería lo mejor, sanaría mis heridas, dejaría de luchar por algo que nunca tendría, y podría seguir con mi vida dejando atrás un pasado lleno de incertidumbre y dolor, pero también un pasado de alegrías en el cual fui feliz, por pocos minutos, pero realmente feliz.

Ahora después de algún tiempo me he dado cuenta la falta que me hace volver a ver a aquella persona y saben qué jajaja que irónico, tarto de encontrarlo y no lo encuentro, parece que perdí para siempre. Pensé que sería lo más correcto renunciar para seguir mi vida y sanar mi corazón, pero no fue así daría en este minuto cualquier cosa por volver a vivir esos breves pero intensos momentos a su lado, aún sabiendo que después sufriré no cambiaría por nada la dicha que me provoca a su lado.

Ahora es que entiendo la frase : "prefiero vivir un segundo contigo, a estar una vida entera sin tí".

Por eso les digo no renuncien, luchen cada día por quién aman o por lo que quieran, no hay peor cosa que rendirse antes de tiempo sin haber dado dado todo de nosotros, y lo peor es que nos damos cuenta demasiado tarde.

No hay comentarios: